
Sincretismo: Jesús Cristo.
Saludo: Epao.
En los campos de Oyó, El Pae Oxala encontró un caballo fugitivo de los establos de Xangó, resolvió devolverlo a su dueño, antes de llegar a la ciudad fue abordado por los guardias que lo juzgaron culpable por el hurto.
Maltrataron y aprendieron al Pae Oxala. Él, siempre callado, se dejó llevar prisionero. Pero por estar un inocente en los calabozos en tierras del Señor de la Justicia, Oyó vivió por ocho largos años la peor sequía. Las mujeres se tornaron estériles y muchas enfermedades azotaron el reino.
Desesperado, el Pae Xangó decidió consultar a un Babalawó para saber lo que pasaba. El Babalawó le dijo: la vida está prisionera en sus calabozos, un anciano sufre injustamente pagando por un crimen que no ha cometido. en ese mismo momento llega el Pae Oxala moço a reclamar que su padre estaba preso allí ...
Entonces el Pae Xango se dirige a los calabozos y allí encontró a Oxala todo sucio y maltratado. Inmediatamente lo llevó al palacio, llamó a todos los Orixás, cada uno cargaba una vasija con aguas sagradas. Uno a uno los Orixás iban derramando las aguas sobre Oxala para lavarlo. El rey de Oyó mandó vestirse de blanco a sus súbditos y a permanecer en silencio, pues era preciso respetuosamente pedir perdón a este. Xangó se vistió también de blanco y en sus espaldas cargó al viejo Rey. Lo llevó para las fiestas en su homenaje y todo el pueblo saludaba a Oxala y todo el pueblo saludaba a Xangó.
Maferefúm Oxala siempre!!!